Son los únicos dos anormales que con 14 grados afuera y 10 adentro del agua están por tirarse al agua en una playa desierta, donde solo hay dos viejas tomando el fresco en la vereda. Los diez metros de agua se llevan bien. Después la cosa cambia. La adrenalina fluye y el frío no existe. El frío es sicológico, decía un amigo. Pero de golpe la emoción del primer baño en aguas del Mediterráneo es interrumpida por una compresión pulmonar que impide la respiración normal.
A lo lejos alguno piensa en qué habrán bebido estos muchachos, y el salvavidas piensa que tal vez tenga trabajo. Pero la verdad es que el nublado y lluvioso cielo de Gandía había otorgado una pausa. Uno tiene toda la intención de zambullirse una y otra vez, como lo hace el otro cinco metros más adelante, pero rebota contra el agua helada. ¿rebota contra el agua? Sí, es difícil de explicar, pero es así. Se puede rebotar contra el agua, dijo una piedra especializada en hacer sapito.
Las endorfinas anestesian, no hay frío, me sumergo una vez, pero no me tiro de nuevo ni en pedo. Si lo pienso en frío -¿capici?- no es el momento ideal para morir de hipotermia. Hay que vivir para contarlo. El primer baño.
5 comentarios:
Mediterráneo bajo cero, España bajo agua. SAlù
Mediterráneo bajo cero, España bajo lluvia. Benvigut cabeza!!!
Adeu i fins la propera, nen. I moltes merces, clar.
meditarreneo rio compartido. di no a los protectos papelisticos.
(tengo blog nuevo!!!)
Felicitaciones Pod, pero no entiendo tu comentario.
Publicar un comentario