18.11.08

DE TODOS

Lo que ocurrió el domingo en Jardines del Hipódromo me hace volver a postear luego de mucho tiempo, con una reflexión urgente...

Mientras sigamos analizando lo que pasa en la cancha como un fenómeno ajeno a nosotros los pacíficos, civilizados y amables uruguayos, estamos en el horno. Si los seguimos mirando desde afuera, diciendo eso no es problema mío, no vamos a solucionar el problema de fondo que es que ESE es cada vez más el Uruguay. Entonces es un tema de todos, y encarar la educación como un tema de ESTADO es cada vez más URGENTE. La pasta base empezó a desparramarse en el 2002, justo cuando reventó la crisis. Y no fue casualidad, fue producto de la crisis de argentina, que provocó que la merca se procesara en hornos de argentina, y que la pasta base se multiplicara a precios mucho mas bajos pero con un efecto mucho mas breve. Los gurises de 10 o 12 años que comenzaron a consumir continua o temporalmente en e 2002, 2003, 2004, hoy están llegando a los 15, 16, 17 y 18 años, y cada vez que una masa los contiene buscan satisfacer el deseo primitivo de reventarle la cabeza al que no es como ellos, al diferente. La mayoría tienen el cerebro frito irreversiblemente en la edad en la que aún no trerminó de desarrollarse, es decir, en la adolescencia. Entonces, lamentablemente creo que la cosa se pondrá cada vez peor si no hay una intervención radical del Estado. Con esto no intento justificarlos. A ver, tienen que ir en cana y allí ser rehabilitados. El tema es que no son ELLOS los que bajaron a la cancha a darse. También en parte fuimos TODOS NOSOTROS. Sea cual sea nuestra actitud, si nos importa un carajo la pobreza y la marginación, o si realmente somos ciudadanos sensibles que tratan de poner su grano de arena, desde el trabajo, como la gente que se dedica a la labor social, desde una actitud solidaria, o desde el solo acto de darle una moneda a un niño porque nos conmovió su carita en el bondi o en la calle. TODOS NOSOTROS como sociedad estamos en el horno cuando los más desvalidos resuelven su vida a los roscazos... Si los dirigentes no se dan cuenta de esto, hay que obligarlos a que asuman su responsabilidad. Los jugadores también tienen que recapacitar. Veo a un descerebrado como el Hueso Romero empujando al piso a un jugador de Danubio frente a los descerebrados de la hinchada y a los cinco minutos lo veo reventando de una patada a un colega, y me acuerdo de todas sus tristemente célebres patadas, y pienso: ¿No deberían retirarle el carné de jugador a un violento de esa calaña? ¿No genera más violencia su actitud? Y como él tantos otros. ¿No podrían los jugadores aprovechar su ASCENDENCIA con los hinchas para encabezar ELLOS una campaña mediática contra la violencia? Y no me jodan con la policía... Es cierto que hubo negligencia policial, pero este tema no lo solucionan ni 10 mil milicos por partido... Esto es el producto de 40 años de degradación social, y quizá nos lleve toda una vida revertirlo. Aunque soy pesimista y creo que nunca lo lograremos.